Por Bloqueverde. Nuestro país, dicen quienes nos venden
en el exterior, fue “sin ingredientes naturales”. Desde hace unos pocos meses
vivimos en lo “esencial”. Sin embargo, la contradicción es evidente: Las
muestras de coherencia de este gobierno son inacabables, cuando se trata del
desmedro al ambiente….
Cuando nos referimos a este gobierno,
nos referimos al que tiene al ministro Dobles y a su espadachín Jorge Rodríguez,
ambos indiciados en Tribunales. La célebre pareja de burócratas que se
atrevieron, al defender a Crucitas, no sólo a pasar la línea de la ética, sino
que además, pretendieron devolver el discurso ambiental 20 años; tratando de
convencernos de que “una cosa es el desarrollo y otra el ambiente”. Ese exministro,
que al parecer no ha entendido que sus herejías ambientales mueren en los
estrados judiciales, hoy anda vendiendo a manos llenas: gas. ¿Cuál? ¿dónde?... ¡Cualquiera!
¡Dónde sea! Nuestra solución al paradigma energético es el gas, pregonan desde
el INCAE.
Durante los últimos gobiernos, hemos
“gozado” de dos ministros de energía, acompañados de una pequeña burbuja de viceministros; solo nos referiremos a uno de ellos. La mencionada burbuja, es aquella en donde el interés empresarial más tenebroso del
país estuvo representado por el viceministro Bourruet (q.e.p.d.), ejecutivo de
Holcim y de Crucitas, y donde el ICE (justamente el ICE, el principal “represador”
nacional) ha venido estableciendo las pautas ambientales en el país. El lamentable
paso de Teófilo de la Torre por el MINAE, no logró ser más amenazante para el
estado de los recursos naturales, la conservación y la gestión ambiental
nacional que el paso del ministro actual René Castro.
Este tipo de “pasarela política” en el
MINAE tiene una consecuencia lógica y razonable. Si están usurpando el Despacho
Ministerial para fomentar las industrias extractivas y la expansión energética
a cualquier costo para los recursos naturales (incluso intentando extirparle
miles de hectáreas a Parques Nacionales), evidentemente, no sería inteligente
invertir suficientes recursos en la gestión ambiental, la conservación de los
recursos naturales, la prevención y el control ambiental, entre otros. Dicho de
otra forma, Teófilo de la Torre y René Castro, trabajan para el ICE… ¿Por qué
han de preocuparse por un presupuesto que al menos se acerque a la
decencia para el MINAE?
La consecuencia es, entonces, que para
este próximo año, apenas un 0,6 % del
presupuesto nacional es lo que recibirá el
MINAE para atender más del 25 % del territorio nacional protegido y todas las obligaciones que tiene relacionadas
con la gestión ambiental en el país.
De esta situación, se derivan más y más
incongruencias, por ejemplo: hay 3000 mil plazas nuevas, pero ni una sola para
guardaparques, pese al compromiso público del “ministro del ICE” a partir de la
muerte de Jairo Mora. Pero, no sólo no hay nuevas plazas, si no que por otra
parte, como quien borra con el codo lo que escribe con la mano, se recortan otras
seis (7-11-2013, Radio U).
Frente a estas situaciones, cabe
cuestionarse: ¿n qué quedaron los discursos del ministro para ayudar en la conservación de las tortugas en Moín
y sobre la responsabilidad del Estado en la protección, no solo del ambiente, sino
de los ambientalistas?
Como si fuera poco, mientras el ministro
Gallardo ataca a los ambientalistas, el ministro del ICE busca plata en la
Cumbre del Clima, para consultorías y proyectos que no cambian de raíz la
calamidad del MINAE. Al mismo tiempo, de acuerdo con el Sindicato del MINAE, actualmente, 350 guardaparques resguardan las
161 Áreas de conservación, o sea, que cada uno tienen a su cargo entre 4000 y 4500 hectáreas. Por lo que solicitaron,
por lo menos, duplicar plazas de las 1000 que sería necesarias para solventar
toda la problemática. Esta solicitud no es atendida, y el dinero… para
consultorías.
Finalmente, entre las incoherencias, se
debe señalar que el reciente informe del Estado de la Nación señala el “débil
desempeño”, que demuestran el SINAC, el MINAE
y la SETENA; tres entidades clave del sector ambiental estatal. Cabe destacar
que, en el 2012, el SINAC ocupó el lugar 155 y el MINAE se posicionó en el Nº
146, de entre 160 instituciones públicas evaluadas por la Contraloría General
de la República (CGR), mediante el índice de gestión institucional, conocido
como IGI. También señala el informe, que la Comisión Nacional para la Gestión
de la Biodiversidad desmejoró su calificación en cinco puntos con respecto al
2011.
La serie de incoherencias que se han
expuesto, hacen ver que el discurso verde de Costa Rica es esencialmente
maquillaje y silicona, para buscar dinero
que no se dirige a las necesidades ambientales, y puestos en importantes organismos
internacionales, pues es ahí donde -a falta de puesto en el próximo gobierno-
le tocará calentar un sillón al jerarca actual. Ojalá no los deje quebrados,
como está dejando al MINAE.