26.11.13

Frente al viernes negro… no consumir

Por Mauricio Álvarez M, profesor UCR  y presidente FECON
Esta semana se celebra en la cuna del consumismo mundial – Estados Unidos – y en  el resto del mundo, el día de no consumir. Esta celebración tiene su origen en Canadá y  se ha venido dando desde 1992, como respuesta al consumismo desatado por el viernes negro.
El sobre consumo de los países ricos es responsable del cambio climático y sus consecuencias, es la razón por la cual, se realizan actividades para agotar el petróleo, los minerales, los alimentos. Tal es la situación que se ha llegado a consumir como en ningún otro momento de la historia de la humanidad, todo tipo de materias primas que vienen de países generalmente pobres como el nuestro.
Por ello, nuestro país no escapa a esa realidad, el reciente Informe del Estado de la Nación nos confirma que se ha creado una brecha social cada vez mayor y que estamos consumiendo y dilapidando anualmente mucho más recursos naturales de los que nuestro país dispone, lo cual, es la muestra más grave de los desequilibrios ambientales,  pues estamos comiéndonos los recursos de las futuras generaciones.  Este dato sobre la huella ecológica es más dramático si tomamos en cuenta  que no todas y todas consumimos la misma cantidad de recursos. 
De manera, que son unos pocos los que se “comen” los recursos de todos.  Veamos las cifras: en los últimos 20 años  de políticas neoliberales,  hicieron que Costa Rica pasara de ser uno de los más igualitarios a ser uno de los países con mayor  desigualdad en Latinoamérica,  según el Informe Estado de la Nación. La brecha entre ricos y pobres está por encima de Venezuela, El Salvador, México y Argentina. En términos de ingreso, significa por ejemplo,  que mientras una familia en pobreza extrema recibe ¢150.000 o menos por mes, las clases más altas concentran entre ¢4 millones y ¢7 millones e incluso hasta más. 
Al mismo tiempo, unas 285.000 familias reciben a penas, menos de ¢100.943 por persona en la zona urbana, y ¢77.401 en la rural, ambas de forma mensual, según la Encuesta Nacional de Hogares de este año.
Durante este tiempo,  también hemos sido testigos de la manera en la que la inversión extranjera en el país ha aumentado, junto con ella también crece la contaminación y el agotamiento de los recursos,  y como lo dicen los números, el reparto desigual entre costos y  beneficios.
Esta pobreza y desigualdad en nuestro país va a significar mayor incremento de los conflictos sociales y  ambientales, como también lo evidencia el reciente Estado de la Nación, con 425 protestas y acciones colectivas solo en el actual gobierno. Por tercer año consecutivo, se mantienen los máximos históricos en el número de acciones colectivas sobre asuntos ambientales: 48 en total (34 en 2010 y 54 en 2011).
Frente a esta situación, es  importante llamar a la reflexión sobre el sobre consumo en nuestra desigual sociedad, donde unos se están comiendo la piña mientras que las mayorías sufren del dolor de panza. Por ello, ¡qué no nos consuma el consumo esta semana,  ni nunca!