30.1.07

“PAZ para las BALLENAS

Costa Rica posee 51,100 km2 de área terrestre, allí habitamos, sin embargo, esa es una parte del la extensión, pues nuestro país posee de área marina 589,682.99 km2 en el Pacífico y 258,900 km² en el Mar Caribe (FAO 2004). Un total de 848,583 km2 de mar hacen de éste un pequeño Gran País. Un lugar donde se vive entre mares y se goza de todos sus beneficios, lamentablemente obviando que nuestro extensión marina, no sólo es un privilegio sino una enorme responsabilidad y un recurso invaluable que nos provee de bienes y servicios in-cuantificables.

Sólo el recurso pesquero para el 2002 generó US$ 138.4 millones de dólares en exportaciones. Habrá que sumar, la venta de servicios por actividades de turismo marino, entre las cuales destacan la pesca deportiva, el buceo, la observación de cetáceos que ha generado más de 3 millones de dólares directos a las comunidades por temporada, los deportes marinos y el desarrollo inmobiliario con vista al mar entre otros. De modo que el recurso marino de Costa Rica es motor de la economía costera, es valor agregado para el inversionista costero y capital natural vital para la principal industria, el turismo.

Mares sanos y equilibrados se traducen en economía sostenida y reducción de la pobreza. Pero los mares sin ballenas, morirán. En términos ecológicos la pérdida de nuestras ballenas además de ser un crimen, es un genocidio marino cuya factura no tendrá cifra. El ecosistema marino es complejo y frágil y las ballenas son un eslabón vital para la funcionalidad biológica de los mares. Estas criaturas, además son altamente migratorias y requieren de condiciones diversas para cumplir sus ciclos de vida. Un ejemplo claro es el caso de la ballena Jorobada Megaptera novaengliae, una especie que se alimenta en las aguas templadas de norte y sur América pero que se aparea, nace y cría en nuestras aguas cálidas del pacífico. Las poblaciones de ballenas están mermadas en el mundo, la presión y amenazas para la especie y su hábitat son cada vez mayores y la vida en los mares se nos escapa. Hoy día, Costa Rica no es activa en la protección de estas especies. Nuestra imagen y vigencia en términos de conservación marina se agrieta una vez más, y los retos y obstáculos en la práctica se ensanchan.

Así bien, en términos económicos explicamos al estimado Sr. Ministro Dobles, en respuesta a la nota en el Diario EXTRA del pasado 25 de enero, que la deuda a saldar para activar el voto de Costa Rica en la Comisión Ballenera Internacional CBI, está más que justificada, y que la CBI anuente a negociar un arreglo de pago, nos facilita el camino para que no sea lo económico lo que impida a los ticos votar y echar atrás la iniciativa de los cazadores de ballenas. El gobierno anterior ya negoció un ajuste a la deuda y la redujo significativamente, de modo que con voluntad y un pago inicial que ronda los 30 mil dólares podremos activarnos en la comisión y procurar el voto en mayo próximo y evitar que se asesinen cientos de ballenas. Las ballenas vivas producen mucho más y su efecto económico encadena cientos de comunidades costeras a lo largo de su ruta migratoria.

Excelentísimo don Oscar, esta acción no debe demorar, y los pasos a seguir son sencillos: Con su consentimiento, enviar una nota desde la Cancillería a la Secretaría de la CBI consultando y solicitando el arreglo de pago. Pagar la cuota definida para este año antes del 25 de mayo y poder así participar en la votación a realizarse ese mismo mes, entre el 28 y 31 del 2007 en Anchorage, Alaska.

“Paz con las Ballenas, Paz con la Naturaleza” por favor.

Por Coalición Por Las Ballenas, www.porlasballenas.com
Denise Echeverría
Directora Fundación Vida Marina