Sembrar árboles, repartir volantes informativos y exigir a las autoridades nacionales que “entierren” el proyecto en crucitas fue el objetivo de la dramatización de este martes en la rotonda de la Hispanidad, en San Pedro.
La semana anterior, en vísperas del día de la Tierra, Bloque Verde había realizado una demostración de lo que es una mina de oro a cielo abierto con dos enorme huecos en el área verde de la rotonda, en plena zona urbana.
Ahora hacen un llamado para la “recuperación” de los espacios perdidos por la actividad minera en Costa Rica, como Macacona, Beta Vargas y Bellavista, todas en Miramar, dijeron sus voceros.
Para Mauricio Álvarez, uno de los promotores de la actividad, “es justamente esto lo que el gobierno no ha podido realizar en ninguna de las experiencias mineras de este tipo en el país”, enfatizó.
La primera mina de oro a cielo abierto en el país, Macacona, en Puntarenas provocó graves daños. Contaminó la quebrada Turbina, con materiales estériles y aguas con cianuro y redujo su cauce. Tras 9 años de operación esta mina, propiedad de la transnacional Hearned Limited, repentinamente abandonó el país sin una indemnización acorde con los daños provocados.
Otra mina que también cerró repentinamente fue Beta Vargas en Chomes de Puntarenas, propiedad de la canadiense Lyon Lake Mines. Operó de manera ilegal durante 1997 y 1998, ya que nunca contó con la patente comercial de funcionamiento municipal. Al día de hoy, el proyecto se encuentra aún abandonado y los daños ambientales aguardan su restauración. La empresa no ha indemnizado al país por estos efectos.
En Miramar de Puntarenas, tras varios derrumbes en la zona de trabajo de la mina Bellavista, la empresa abandonó el proyecto y desde hace más de dos años trabaja en el cierre técnico con muchas deficiencias, según lo han comprobado vecinos de la zona.
Fabián Pacheco, ingeniero agrónomo y organizador de la actividad, dijo que sembrarán especies nativas de árboles en la rotonda, como una manera de volver a dramatizar lo que no se ha hecho con la minería en el país. Además, con esta acción quieren enviar un enérgico llamado a Laura Chinchilla.
“Ella puede detener la destrucción minera en San Carlos. No solo con la moratoria, sino derogando el decreto de conveniencia nacional. Costa Rica entera se lo está pidiendo, no puede ser insensible a ese consenso social contra la minería de oro en el país”, dijo Pacheco.
“La moratoria minera y el cambio en la legislación como el código de minería son vitales para el país. Las experiencias anteriores fueron realizadas amparadas a ese código obsoleto y que no responde a las ambiciones de un país ecologista”, enfatizó Álvarez.
Chinchilla ya prometió la moratoria hacia futuras actividades y el cambio en la legislación sobre minería. Sin embargo, ninguna de esas dos actividades resuelve la situación de Crucitas, argumentaron los ecologistas.
Con esta actividad, en San Pedro de Montes de Oca, los ecologistas pretenden acallar a quienes los criticaron por “desbaratar” el área verde de la rotonda. “Dar vuelta la tierra no es un daño ni ambiental ni a la propiedad pública, pero hoy vinimos a demostrar que nuestra intención es tener un mejor país”, concluyó Pacheco.