Como una forma de llamar la atención de la ciudadanía sobre los peligros que implica el aprobar la Ley de Protección de Obtenciones Vegetales (UPOV-1991), decenas de ambientalistas costarricenses lanzaron hoy martes maíz transgénico en las afueras de
La contaminación transgénica sobre las variedades de semillas nativas no es un hecho casual. Es precisamente una estrategia corporativa para que miles de agricultores que hoy guardan sus propias semillas empiecen a depender de las variedades monopolizadas con obtenciones vegetales y patentes del sector agroindustrial.
Estas semillas gozan de propiedad intelectual por parte de los laboratorios que las desarrollan, por lo cual si un campesino quiere usarlas deberá pagarle a la empresa “dueña” de esas semillas una cantidad de dinero para poder utilizarlas en sus tierras.
La convergencia en el campo entre las leyes de obtenciones vegetales y las nuevas biotecnologías en semillas (semillas transgénicas, farmagénicas entre otras) plantean un escenario muy lamentable sobre los derechos más elementales de los agricultores.
Fabián Pacheco, presidente de
Este cruce convierte a nuestras variedades locales en material protegido bajo propiedad intelectual y patentes y, de esta forma, nuestras semillas criollas pasan a ser ilegales.
De agricultores a delincuentes
La Ley de Protección de Obtenciones Vegetales, Expediente Legislativo Nº 16.327 (Convenio UPOV) establecería medidas cautelares (que se aplican sin una sentencia previa) contra los agricultores que usen semillas que son “propiedad intelectual” de una empresa transnacional sin haber pagado los derechos.
Estas medidas van desde la suspensión de la siembra, embargo de semillas o frutos, suspensión de exportaciones e importaciones y el pago de una fianza de garantía sin haber demostrado la culpabilidad de un agricultor.
Según Pacheco, “la única forma que tendrán los agricultores de resolver sus problemas de responsabilidad penal será destruir sus propias semillas; porque no hay manera de que los agricultores puedan distinguir entre semillas contaminadas y no contaminadas” concluyó.
El movimiento popular ecologista constituido como BLOQUE VERDE realiza con esta acción “un vehemente llamado a
Mas información: Federación Costarricense para