16.7.07

Una alerta oportuna

El geólogo Wilfredo Rojas de UCR y consultor ambiental inscrito en SETENA, ha dado seguimiento en los últimos años a los descubrimientos científicos que se han logrado con las campanas submarinas frente a nuestras costas, por los barcos: SONNE de USA y POLKOV de Alemania.

Entre sus resultados está el descubrimiento y delimitación de un gran yacimiento de higrogás, en estado sólido, ubicado a profundidades de alrededor de 2000 ¿metros?, al norte de la fosa Mesoamericana, frente a la costa pacifica de Costa Rica. ¿a cuántos kms?

Los yacimientos son del tamaño equivalente a una área de 1/5 del territorio continental tico y de los sitios investigados en todo el mundo, éste figura entrelos mas extensos.

Esto se puede comprobar en una tesis doctoral en proceso, efectuada por el geofísico Thomas Temmler, del Centro de Ciencias Marinas de la Universidad de Hannover, Alemania.

Se ha comprobado, que el hidrato de metano (CH4) será el combustible del futuro, al momento que finalice el petróleo (dentro unos 25 años) y Costa Rica tiene uno de los yacimientos más importantes del mundo.

Rojas se pregunta acerca de cómo se amarra este tema, sabiendo que el tratado está sobre nuestras leyes, en este caso, nuestra vigente Ley de Hidrocarburos.

Según le informaron a Wilfredo en RECOPE, pareciera que el asunto de los hidrocarburos quedó fuera del TLC"!!.

Sobre el particular el geólogo está solicitando información sobre si el tema de hidrocarburos hace parte del texto del TLC con USA y qué hay al respecto a los Hidrocarburos.

Wilfredo Rojas explicó que aunque hasta el momento la ingeniería no ha podido aun resolver el problema de como extraer ese recurso, él tiene la certeza de que a mediano plazo, habrán encontrado la forma de hacerlo, máxime con el interés mostrado por los europeos, Norteamericanos y Japoneses, por identificar desde ya los sitios donde están esas reservas, y en el futuro ellos mismos trataran de llevárselo.

Recuerda Rojas que así nos despojaron del Atún, amparados en una legislación que les prepararon en nuestros anteriores gobiernos, favoreciendo la extracción masiva por parte de extranjeros, hasta el punto de la casi extinción...

La alerta de Rojas no debe pasar desapercibida, puesto que, efectivamente, el hidrato de carbono, posee un enorme potencial energético y si existe en nuestras costas, nos coloca en una posición más estratégica desde el punto de vista de los recursos.

En primer lugar, el hidrato de metano es la mezcla de dos componentes, el hidrato de gas y el metano, que son los que más abundan en estado natural.

Aunque hace unas décadas se veían como un problema porque atascaban los conductos que se usaban para extraer gas natural, se piensa que pueden constituir reservas mucho mayores que las existentes en forma de bolsas de gas natural, incluso del resto de los hidrocarburos juntos.

Como un hielo ardiente, el hidrato de metano es frío, blanco y se enciende como una estufa al contacto con una llama. Y ese combustible natural cubre el lecho marino en torno de Japón –ya ahora sabemos que también en las costas de nuestro país- en cantidades tales que, según los científicos, podrían brindar energía al mundo durante siglos.

Pero apenas se lo alza del fondo, el metano cristalizado empieza a hervir, se calienta, se gasifica y se disuelve en el océano.

La mayoría de las naciones no se toman el trabajo de explorar las reservas marinas porque carecen de la tecnología necesaria para ello. Pero para Japón, pobre en recursos naturales, la cosecha de la riqueza submarina frente a sus costas es una iniciativa nacional que Tokio espera hacer realidad en los próximos 15 años.

Para el 2011, Japón espera determinar si la extracción comercial del hidrato de metano es económicamente viable y, en ese caso, la iniciaría cuatro años después.

"Los recursos internos de Japón son casi nulos, de manera que las fuentes no convencionales son una alta prioridad", dijo Tetsuo Yonezawa, miembro del equipo de investigaciones sobre hidrato de metano en la empresa Japón National Oil Corporation, respaldada por el gobierno. "Ahí hay gas natural para 100 años de consumo".

El hidrato de metano es una estructura cristalina de gas metano rodeado por moléculas de agua, que se mantiene estable gracias a temperaturas gélidas y presiones altísimas. Al separar sus componentes se produce metano, el gas natural común.

La sustancia es conocida desde alrededor de 1890, pero nunca se la consideró una fuente de energía porque se encuentra en los hielos eternos del Ártico y en los sedimentos oceánicos profundos, todos de difícil acceso.

Las existencias mundiales son enormes y se han calculado en 25.000 billones de metros cúbicos. Es el doble de la energía contenida en la suma del carbón, petróleo y gas de toda la Tierra.

Los yacimientos en torno de Japón abarcan según distintos cálculos de 4 a 20 billones de metros cúbicos.

Pero Japón no es el único que investiga el hidrato de metano, pero es quizá el país que lo hace con mayor desesperación.

El Observatorio Geológico de Estados Unidos estima que Japón posee unos 9.600 billones de metros cúbicos de hidratos de gases, es decir, una cantidad 200 veces superior a los recursos y reservas convencionales de gas natural.

El congreso ha asignado millones de dólares a la investigación, pero los proyectos se concentran en las aplicaciones académicas tanto como las comerciales, en parte porque se considera que el hidrato de metano sería un combustible para los viajes espaciales del futuro.

En Rusia, toda la tundra siberiana está revestida de ese combustible helado. Pero Rusia es tan rica en petróleo y gas natural que Moscú dedica poco tiempo y dinero a perfeccionar las arduas técnicas de extracción de hidrato de metano.

"Muchos científicos investigan", dijo Vladimir Yakushev, especialista en hidratos del Instituto de Gases Naturales y Tecnología del Gas. "Pero los más interesados son los japoneses. No tienen otros recursos y los hidratos son la última esperanza".

Japón ha realizado experimentos frente a sus costas y en un centro internacional de investigaciones en el delta congelado del río Mackenzie, en el norte de Canadá.

Los ensayos próximos en el Pacífico tratarán de encontrar el "mejor lugar" de los yacimientos y estudiarán cómo controlar la temperatura durante la extracción.

E control de la temperatura es el aspecto más difícil: cómo calentar vastos yacimientos y atrapar el metano liberado. Apenas cambian la temperatura o la presión, el metano se gasifica y desaparece.

Los métodos de extracción son hipóteticos y en general no han sido probados. Una idea propuesta en Rusia fue la de inyectar deshechos nucleares debajo de los hielos eternos para derretir los campos de hidratos.

Bajo el mar, los yacimientos más ricos de metano se encuentran en los sedimentos congelados. Pero la extracción en aguas tan profundas plantea problemas técnicos arduos.

Aún no se puede saber si el proyecto japonés tendrá viabilidad comercial. Y en todo caso, dijo Yonezawa, será imposible recuperar el 100% del hidrato de metano de los yacimientos.

Pero aunque sólo se pueda obtener una pequeña fracción, vale la pena, "porque el potencial energético es demasiado grande para desecharlo. aseguró.