El año pasado murieron envenenadas casi cien millones de abejas en Costa Rica
Según Céspedes, en las fincas del
sector no existen cultivos agrícolas veraniegos, pero sí hay ganaderías, por lo
que apunta que la contaminación puede estarse dando desde las fuentes de agua
que utilizan tanto sus abejas como el ganado. Al parecer, los ganaderos usan
equipos de aspersión para bañar a sus reses, las cuales terminan contaminando
los bebederos con sustancias químicas veterinarias que resultan altamente
tóxicas; generado la masiva muerte de las abejas. ‘’A lo largo de mi vida como
apicultor mis abejas han sido víctima de intoxicaciones por lo menos en tres
ocasiones, unas leves y otras más catastróficas.
De acuerdo con los datos
revelados por Céspedes, fue envenenado uno de sus apiarios que tiene 19 núcleos
para crianza de reinas y treinta colmenas, de las cuales al menos 10 murieron
totalmente. Las pérdidas superan los 5 millones de colones, sin considerar el
enorme daño ambiental generado de manera directa por la pérdida de los citados
agentes polinizadores.
‘’Por ejemplo: aquí fumigan las
vacas con unos químicos muy letales, pero no se ha podido establecer cuáles son
los que mataron mis abejas porque los funcionarios de SENASA no han recolectado
muestras de las abejas muertas para que las analicen en sus laboratorios. Yo
vivo cerca de mis apiarios y aquí estoy a la espera de que vengan las personas
del SENASA a investigar lo que sucedió’’, añadió.
El año pasado la Cámara de
Nacional de Fomento de la Apicultura denunció que los agroquímicos están
matando 250 mil abejas cada día catalogando la realidad como el “Armagedón de
las Abejas” “masacres de abejas o apicidios”. Esta cantidad diaria de muertes
de abejas diarias equivalen a 92 millones de abejas menos por año, unas 50
toneladas de miel menos y unos 450 millones de colones menos cada año. En
términos de polinización equivale a un promedio de 1750 millones de flores
menos polinizadas.
Tanto la Cámara de Apicultura
como los expertos del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas
(IRET) de la Universidad Nacional señalan la gran responsabilidad de un alto
uso de plaguicidas del modelo de producción agropecuario.