Es injustificable seguir poniendo en riesgo a defensores y defensoras de la naturaleza.
Es inaceptable e irresponsable la
posición de las cámaras empresariales en contra del Acuerdo de Escazú, las
cuales pretenden que siga reinando en el país la impunidad en cuanto a crímenes
contra defensores de la naturaleza.
El “Acuerdo de Escazú” fue
impulsado y firmado por Costa Rica en 2018 y en este momento se espera que sea
ratificado por la Asamblea Legislativa para que pueda ser depositada la
adhesión formal en Naciones Unidas y de esta forma entre a regir.
Uno de los alcances, que es
importante mencionar, de este acuerdo es que daría la posibilidad de exigir al
Estado la protección de los y las defensores ambientales en caso de que sean
amenazados o perseguidos por su accionar en defensa de la naturaleza.
Es urgente que se avance en
aprobar el Acuerdo de Escazú y para tal objetivo el gobierno de Carlos Alvarado
debe comprometerse con éste y priorizar su trámite en la Asamblea Legislativa;
Firmen ya el Acuerdo de Escazú … por
la Justicia y la memoria de:
Olof Wessberg (1975)
conservacionista que después de una larga lucha de más de 20 años creo la Reserva Cabo Blanco fue asesinado en una
visita Corcovado donde exploraba la idea de convertirlo en parque nacional.
Antonio Zúñiga (1989), muerte en
circunstancias no esclarecidas el compañero indígena luchador en contra de la
cacería ilegal, en el territorio
Indígena de Ujarrás.
Oscar Quirós (1992), muerte a
balazos, este dirigente de la Lucha en contra la deforestación en Sarapiquí, se cree que fue muerto a manos de
madereros debido a sus constantes denuncias.
Jorge Aguilar (SF), cuando
luchaba contra la cacería ilegal salió a patrullar en Cartago y familiares
encontraron muerto.
Óscar Fallas, Jaime Bustamante y
María del Mar Cordero (1994), dirigentes de la Asociación Ecologista
Costarricense que habían participado en una larga campaña contra la instalación
de un puerto astillero.
David Maradiaga (1995), tras una
misteriosa desaparición de tres semanas. También era parte de la Asociación
Ecologista Costarricense.
Kimberley Blackwell (2011),
conservacionista canadiense radicada en Costa Rica aparece asesinada dentro de
su casa en San Miguel de Cañaza, Puerto Jiménez. La activista tuvo varios
enfrentamientos con cazadores ilegales y
se presume que por venganza la mataron.
Inclusive, un cazador de la localidad estuvo en prisión preventiva como
sospechoso de su asesinato. Pese a la presión de la familia, quienes
contrataron un investigador privado, la embajada y hasta el primer Ministro
canadiense, desconocemos si hubo condena por este caso.
Diego Armando Saborío (2014),
según la prensa nacional habría sido asesinado “por defender a los animales
silvestres de una finca propiedad de su familia, en Chamorro de Cutris en San
Carlos” (La Nación, 14 -10-15).
Sergio Rojas (2019), El líder
indígena de 59 años fue asesinado el lunes 18 de marzo de 2019 en horas de la
noche. Antes de eso sufrió amenazas, intento de asesinato e incluso desde 2015
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ordenó al Estado
costarricense protegerlo porque su vida corría peligro. Fue líder de un fuerte
movimiento de autonomía indígena y de recuperación de tierras en la Zona Sur
del país, fue agredido, perseguido, criminalizado, y encarcelado, hasta que sus
adversarios se atrevieron a cruzar la línea…
Yehry Rivera (2020), El pasado 24
de febrero del 2020 Yehry Rivera fue ultimado de cinco disparos por la espalda
en medio de un “linchamiento” de usurpadores no indígenas por un terreno
recuperado. El asesinato se dio a casi un mes de que se cumpliera un año del
asesinato del dirigente bribri Sergio Rojas en el territorio de Salitre.