9.7.07

Carta para los agricultores

Osvaldo Durán Castro. Asoc. PROAL. Alianza patriótica Los Santos NO-TLC

¿Cuál futuro queremos?

Estimado-a amigo-a:

Dedique un ratito para reflexionar sobre el futuro que Usted quiere para su vida y su trabajo.

¿Qué son 20 o 25 años en la vida de una persona, de una finca, de una comunidad? Si se aprueba el TLC, en ese plazo las reglas de la agricultura y el comercio serán las que impondrán las corporaciones o empresas transnacionales. Es simple:

puede estar seguro-a de que Usted y sus hijo-as estarán condenados a sembrar sólo con el permiso de las transnacionales que controlan los mercados agrícolas mundiales,

no podrán disponer ni de sus propias semillas y tendrán que pagar por las de las corporaciones derechos de “propiedad intelectual y patentes”,

las mismas normas de propiedad intelectual y patentes se aplicarán a los insumos para la agricultura, como los agroquímicos,

se eliminarán los aranceles, es decir impuestos que se pagan al comprar productos de otros países, lo que le obligará a Usted a competir con los productores de Estados Unidos, como si tuviera las mismas condiciones y facilidades,

mientras que el COMEX “negoció” la eliminación de subsidios a los agricultores costarricenses, los subsidios y otras ayudas para la producción en EEUU ni se mencionaron y más bien se siguen fortaleciendo, lo que le permitirá a ese país inundar y controlar los mercados con sus productos agrícolas,

•para lo-as agricultore-as de los EEUU mejoran sus ventajas técnicas, de maquinaria, de tecnología y de insumos agrícolas,

las barreras sanitarias para nuestros productos agrícolas se agudizarán y serán los EEUU los que seguirán definiendo cuánto comprarnos (cuotas). El “libre comercio” es sólo para ellos.

En síntesis, con el TLC nos dirán qué podemos producir, cuánto, cuándo y a quién vender, y también nos obligarán, igual que a México, a comprar hasta el maíz para sus tortillas. Esto significa perder por completo la seguridad y la soberanía alimentarias. Seremos un país arrodillado y avergonzado condenado a comprar hasta lo que se come pudiendo producirlo. Aceptar eso, y peor todavía, promoverlo a cambio de cualquier “regalo” es tener mentalidad de esclavo.

¿Qué le dicen a Usted quienes promueven el TLC?

Veamos el asunto desde el café:

¿Le explicaron qué pasará cuando gracias al TLC se pueda “triangular” café, es decir: comprar café de cualquier país productor como Vietnam, Colombia, Etiopía, etc, procesarlo en alguna de las “partes” (así le dicen a los países en el TLC) y luego venderlo en Costa Rica, como si fuera un producto de Estados Unidos, por ejemplo?

¿Acaso no estamos viviendo ya una seria crisis del café porque las empresas transnacionales están imponiendo sus reglas en nuestras propias comunidades?

¿Le dijeron cuánto café se llevaron las empresas privadas nacionales y externas de la cosecha recién pasada?

¿Le explicaron por qué hace años los mismos que promueven el TLC rompieron las “cuotas” de café, para ahora poder subastarlo en nuestras propias fincas?

¿Le explicaron qué significaría “libre mercado del café” en términos de “competencia” cantidades, precio, calidad, etc? (ver Artículos 3.31, 3.8 y 10.9 del TLC). No es un juego o una broma. Se trata del futuro de nuestra vida. Todo eso es parte del libre comercio que impulsan y aseguran los TLC. Ellos ganan y nosotro-as perdemos.

Lo que se favorece con el TLC es la posibilidad de que las transnacionales y sus aliados empresariales locales, en café y en cualquier negocio, aseguren sus beneficios, y puedan controlar cuánto café se compra y se vende, a qué precio, de qué calidad, en qué plazos, etc. Si defendemos esas reglas, tendremos que aceptar ser simples empresas y agricultore-as empleado-as. Es más, toda organización social y empresa que defiendan sinceramente a la agricultura nacional, se convertirá –como de hecho ya es- en un estorbo para las transnacionales que controlan los mercados, la tecnología, los insumos agrícolas, etc. Usted sufre eso cuando compra insumos agrícolas, por ejemplo. Sería una ingenuidad creer que en condiciones de “libre mercado” las organizaciones de productores no perderán terreno.

Cambiar el futuro de la agricultura –que es nuestra forma de vida- por supuestos beneficios temporales, es mucho más que una inocente irresponsabilidad; es una traición a la agricultura nacional y a los valores de dignidad, trabajo honrado, soberanía nacional, etc, que defendemos junto con Monseñor Trejos, quienes nos oponemos a entregar el país con el TLC. Más de 500 años de historia nos indican qué pasa cuando cambiamos riqueza por baratijas.

Hablando más claro aún: ¿es que acaso permitiremos que nos traten como si fuéramos “de viaje brutos” y creeremos ilusiones tan absurdas como la que el señor Oscar Arias le dijo a trabajadore-as de Cartago? El señor Arias dijo: los “que vienen en bicicleta, con el TLC vendrán en motocicleta BMW, y los que vienen en un Hyundai, vendrán en un Mercedes Benz”. ¿Qué hará Usted cuando no pueda negociar NI SUS PROPIAS SEMILLAS porque eso es un delito, como ya sucede en los países con TLC?

Ocultar la verdad también es mentir…¿o no?

Para ver si le están hablando claro, haga memoria y piense si los que defienden el TLC le han explicado estos asuntos:

¿le explicaron qué es y qué implicaciones tendrá para Usted como productor-a agrícola el Convenio de Budapest?,

¿le dijeron qué pasará cuando se aplique el Convenio UPOV 91 en Costa Rica, y que los diputados del PLN, PUSC y ML –los mismos que defienden el TLC- aprobaron en una comisión legislativa, el 18 de junio, un proyecto “con el fin de obligar al agricultor costarricense a comprar semillas con patente”, lo que sirve en bandeja de oro la agricultura nacional a algunas transnacionales?

¿le dijeron que UPOV y Budapest son proyectos de la “Agenda de implementación” del TLC?,

¿le explicaron qué es la Agenda de implementación del TLC?

¿le explicaron a quiénes favorecen el TLC y los proyectos de esa Agenda que son un solo paquete de leyes?

¿le contaron que el TLC se “negoció” a escondidas bajo una “cláusula de confidencialidad” que no le permitía A NADIE saber qué se negociaba?

¿le contaron quiénes y por qué y con cuantos miles y miles de millones financian la propaganda a favor del TLC?

¿le explicaron qué son las “patentes” y la “propiedad intelectual”?

¿le explicaron las consecuencias que tendrá para su familia la aplicación de “patentes” y “propiedad intelectual” a los medicamentos de la CCSS?,

¿le explicaron qué pasará con servicios públicos y básicos familiares –no de lujo- como agua, electricidad, teléfonos y salud si se aprueba el TLC?

Si no le explicaron estas y muchas más “cartas ocultas” del TLC…creemos que le están engañando y estafando... ¿Usted qué piensa?

Hace muchos años, en 1952, el visionario Don Pepe nos dijo algo que sigue siendo cierto: "No habrá manera de desarrollarnos y salir de la pobreza mientras los pocos negocios grandes de nuestro medio se entreguen a las economías foráneas y nosotros nos quedemos con solo negocios de pobre, mientras en vez de ser propietarios de nuestro propio país nos convirtamos en un ejército de empleados del exterior". A esto tendrán que responder los que mal negociaron y los que promueven el TLC. La agricultura siempre nos ha dignificado, pero ahora la convierten en un negocio ilimitado en el que los principios, valores y respeto se pierden.

Pensemos y preguntemos

La simple malicia dice que hay algo podrido en todo esto del TLC. Están gastando más de 1.500 millones de colones en propaganda en la televisión, la radio, periódicos, etc. Dicen que regalarán casitas a los pobres, y a algunos nada pobres que no las necesitan. Están comprando las conciencias…y los votos para el referendo del TLC con promesas, regalitos y baratijas. Están pintando escuelas, marcando calles, eximiendo de algunos pagos a empresas…¡igual que en campaña electoral!

Lo que un productor nos dijo es “¿y si el gobierno exime de algún pago a alguna empresa, nos ganaremos los agricultores esa plata?” Y siguió: “¿cuál será mi propio beneficio como agricultor si creo en lo que me ofrecen?”

Ahora le preguntamos: ¿Estaría Usted en disposición, como agricultor-a honesto-a, a sacrificar el futuro de la agricultura, su trabajo y el bienestar que pueda tener su familia, sin conocer bien, sin tener plena información y sin ser plenamente conciente de todo lo que está en juego con este TLC? ¿Podrá Usted, un-a campesino-a honesto-a, cargar dentro de 20 años o menos con la responsabilidad frente a las generaciones que vienen, si hoy ayuda a la desaparición de su propia forma de vida a cambio de una limosna? ¡Recuperemos la memoria, nuestra sabiduría campesina y nuestra inteligencia colectiva de pueblo. No nos dejemos engañar, como nos advierte Monseñor Ignacio Trejos.

Nadie mejor que Usted para saber que se cosecha lo que se siembra. Entonces ¿sembraría Usted semillas malas si lo que desea es una buena cosecha para Costa Rica, para su comunidad, para Usted mismo-a y para sus hijos e hijas?

Si Usted conoce muy bien el TLC, perfecto. Pero si tiene dudas le pedimos: revise qué tipo de semilla sembrará con su voto en el referéndum del TLC... porque de fijo, lo que siembre, será cosechado mucho más temprano que tarde.