Las tortugas marinas son esas seres milenarias que habitan nuestros océanos desde hace más de 100 millones de años, estas guardianas del mar necesitan las costas protegidas, playas tranquilas y ecosistemas sanos para anidar y sobrevivir.
La turistificación que vive Costa Rica impacta directamente en la conservación de las tortugas marinas. Invade sus playas de anidación, destruye nidos y altera sus ciclos de desove. Desde el Pacífico hasta el Caribe, se denuncian vehículos en playas vulnerables, y hasta diputados proponen leyes para privatizarlas, permitiendo estructuras que amenazan sus hábitats.
El ecocidio avanza con la desprotección de refugios, zonas marítimo-terrestres y bosques costeros, todo en favor de megaproyectos turísticos que ponen en riesgo la vida de estas especies milenarias.
La Crisis climática también tiene en jaque la existencia de las tortugas marinas en el mar, debido al aumento de la temperatura y de la arena que afecta la proporción de sexos (las crías nacen todas hembras), altera rutas de migración y eleva el nivel del mar, que inunda nidos.( Patrício et al., 2021 – Global Change Biology)
La pesca de palangre - sí ese gremio que llevó a la UNOC el desministro de ambiente a Francia para lavarles la imagen - es una pesca que captura indiscriminadamente a miles de tortugas que quedan atrapadas en los anzuelos y mueren ahogadas.
Hoy honramos a Jairo Mora, un guardián de las Tortugas Marinas, quien dio su vida defendiéndolas y a todas las personas y ONGS que hoy siguen luchando por su conservación.
De las 7 especies de tortugas marinas del mundo, 6 están en peligro de extinción:
Tortuga laúd o baula (Dermochelys coriacea)

Tortuga carey (Eretmochelys imbricata)

Tortuga verde (Chelonia mydas)

Tortuga caguama o boba (Caretta caretta)

Tortuga olivácea o golfina (Lepidochelys olivacea)

Tortuga lora o Kemp’s ridley (Lepidochelys kempii)

Tortuga plana o de espalda plana (Natator depressus)
