Hace cerca de catorce meses, el padre Ronald Vargas habló sobre cómo le fueron arrebatadas las tierras a campesinos de la Cruz de Guanacaste, por parte de Oscar Arias Sánchez, José María Figueres Olsen y sus testaferros. Fue un 7 de noviembre del 2005 y Ronald habló de esto en la Colonia Gil Tablada, en La Cruz de Guanacaste. Precisamente, en la Gil Tablada, habló en nombre de muchos otros y dijo lo que unos pocos prefieren callar y hacer callar.
Estas palabras llegaron a oídos de quienes creen mandar y decidieron, según ellos, mandar a callar al padre. Para eso una demanda y un juicio.
Pero nosotros, quienes sabemos del padre Ronald y de las cosas que se atreve a decir, sabemos también que en este juicio se está dictando otra sentencia.
Poco importa la resolución de quienes dictan su particular justicia en ésta triste comedia judicial, porque tememos que, otra vez, a esa justicia se le corra la venda. Si así fuera, todos los y las guanacastecas y costarricenses que estamos en Liberia en cuerpo o en alma, a sus espaldas, a su lado, de pie, somos también sentenciados sin justa causa.
Pero más allá de estos muros sordos, hoy 31 de febrero es día para que usted coseche en los niños, en las mujeres y trabajadores, en los migrantes, en las comunidades, en Cañas, en Colorado y en Liberia todo el amor que se ganó haciendo de su fe una acción diaria por la justicia y por la paz social.
Oscuro sendero transita nuestro pueblo empujado por una minoría codiciosa y corrupta encabezada por el cartel Arias Sánchez, dispuestos a tapar la voz de aquellos y aquellas que defienden la patria en la trinchera comunitaria, como es el caso del padre Ronald, y en la Asamblea Legislativa contra los diputados y diputadas que se oponen al TLC.
Esta vez nos toca a nosotros salir a la defensa del Padre, como ya lo hizo él por todas las buenas causas en Guanacaste: por la dignificación del pobre, por la solidaridad con el migrante, por la salud de la gente, por el agua y por la defensa de las playas, por la instituciones de bien público, entre muchas.
Somos nosotros ahora quienes llevaremos a juicio al orden que silencia el crimen de hambre, destrucción y desesperanza que se comete a diario en el país y en Guanacaste….
No importa el resultado del fallo, Ronald ya fue absuelto por su pueblo y es a este pueblo al que le corresponde enjuiciar al cartel Arias Sánchez y sus acólitos.
Liberia, Guanacaste
31 de febrero del 2007
Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente
FECON
